Jesús, murió en la cruz por todos nosotros.

Jesús era la Majestad del cielo, el Rey de la gloria, y sin embargo en su vida humana fue paciente, bondadoso, cortés, benévolo, lleno de amor por los niñitos y pleno de piedad y compasión por los tentados, los probados, los oprimidos. AFC64 102.3

Vino a la tierra a cumplir una misión muy bondadosa, y sin embargo no tuvo hogar y con frecuencia sufrió hambre y sed. Los de su nación lo persiguieron con astucia y artimañas, con celos y odio. AFC64 102.4

Murió la muerte más vergonzosa y efectuó un sacrificio pleno y completo, a fin de que pereciera uno, pero todos pudieran arrepentirse. Hizo expiación por cada alma arrepentida y creyente, a fin de que todos pudieran encontrar en él quien llevara los pecados. Si los que creen en él tan sólo practicaran sus palabras, que son espíritu y son vida; si siguieran su ejemplo y se convirtieran en preciosa luz para el mundo, harían para el mundo lo que no puede lograr ninguna filosofía humana. Las lecciones de Cristo establecen un fundamento para una religión en la que no hay castas: donde judíos y gentiles, libres y siervos están unidos en una hermandad común, iguales delante de Dios porque son todos ramas de la Vid viviente. Creen en Cristo como su salvador personal.—The Youth’s Instructor, 16 de agosto de 1894.

CCF CRISTIANAS (8)

 

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